¿Alguna vez habéis leído o escuchado…? Hay que vivir cuidando el equilibrio de cuerpo, mente, emociones y espíritu.
Supongo que sí, y nos atrae, pero muchas veces nos surgen dudas. La rutina o la necesidad de perseverar sobre un cambio de hábitos nos impiden dar el paso, y eso es “NATURAL”.
Si, como lees, natural como la vida misma, de hecho, nuestro celebro intenta sintetizar y hacer las cosas fáciles y cualquier paradigma que no sea ese… ¡CUESTA!.
Estos días se está haciendo aún más difícil el tener tu espacio, tu rutina… en resumen: tus momentos y ahí también esta tu momento SANO.
Pero no pasa nada, vamos a dejaros una breve manera de convertir esta situación en una oportunidad de ORO para trabajar un confinamiento más holístico.
¿Sabéis qué atrae más de tener una rutina a nuestra mente? Que sabemos que va a pasar, y por lo tanto “controlamos” en cierta medida nuestro día a día. Eso nos calma y hace que emocionalmente estemos mejor.
Por lo tanto, en primer lugar ,deberíamos crear esa rutina. Lo sé… teletrabajo, niños, limpieza del hogar, familia…
FANTASTICO, todo esto que te viene a la cabeza es justo lo que necesitamos.
1º Una lista de tareas a realizar.
Ahora, con esa lista de tareas creada, vamos a encargarnos de priorizar y cuantificarla en tiempo necesario.
IMPORTANTE. Señala aquellas tareas que son para ti y te hacen sentir bien… si no las hay, ubica alguna de ellas cada día: entrenamientos, lectura, hablar con amigos, contar chistes…
2º Crear un momento Mindfulness.
No hace falta saber meditar, el mindfulness es vivir el momento y ser conscientes de aquello que estamos haciendo, disfrutándolo y sintiéndonos conscientes de cada detalle. Ese momento puede ser, desde ducharnos y notar el agua cómo cae, cómo nos relajamos, hasta hacer un bizcocho. Busca ese momento que te hace sentir bien de tu rutina, donde el tiempo sea para ti y os encontráis solo tu mente y las cosas que suceden. Regálatelo, te lo mereces.
3º Vamos a cuidar nuestro cuerpo.
Y aquí es donde SANO, tu entrenador, puede hacer muchísimo por ti. En esa planificación busca tu momento para entrenar, logra mantenerte activo y genera ese instante en el que tu cuerpo te lleva a sentirse en pleno movimiento. Porque los seres humanos estamos creados para movernos, y no hacerlo nos perjudica tanto, que aún haciendo de diez los pasos anteriores, podemos estar en una negatividad brutal.
Cuida tu alimentación, planifica las comidas, qué comeremos y cuándo, qué puedo “picotear” de manera healthy, porque uno de los grandes problemas de estar en casa es… que necesitamos mover el bigote.
Y cómo no… ¡¡planifica tu descanso!! Adiós a las largas siestas o irse a dormir a las mil.
Plasma todo en un calendario o tabla Excel donde poder hacer seguimiento y revisión.
Y, por último, unas pistillas para potenciar esa rutina.
– Filtra los horarios y las fuentes de información del COVID-19, destina un tiempo limite, a poder ser no más de 30 minutos al día
– Si tienes móvil de trabajo, márcate unos horarios de uso. Un ejemplo seria dividir las tareas laborales en bloques de 40 minutos por tarea, 10 de consulta de correo y móvil y 10 de movilidad (me levanto de la silla, ejercicios de movilidad de espalda…)
– Cambiarse de ropa, si tienes una video conferencia/reunión, vístete guay, si vas solo a trabajar, ropa cómoda y no vale el pijama. Siéntete GUAPA/O.
– Aunque tengas hijos, buscar un momento de pareja. Puede ser cuando ellos están durmiendo. Crea una conversación donde compartas lo que ha ido sucediendo durante el día, dialoga con mucha asertividad, con cariño y cuidando tonos y palabras.
Ahora, más que nunca, cuídate, cuídalos y cuidémonos como nunca habíamos hecho.
Comentarios recientes